La conselleria de Educación anima a las familias a que vacunen a sus hijos ya que ayudará a reducir los contagios una vez empezado el curso. Baleares ha sido la segunda comunidad autónoma que ha empezado a vacunar a los menores de entre 12 a 16 años. De esta manera, se espera alcanzar antes la tan esperada y anunciada inmunidad de grupo. Dar ese paso supone avanzar en la protección de la población más vulnerable, rebajar la presión hospitalaria y frenar el ritmo de contagios. Pero también implica reducir el riesgo en el entorno que ha demostrado ser uno de los más seguros: las aulas.
Vacunarse no es obligatorio y tampoco puede serlo. No obstante, ahora mismo es el único camino para recuperar la normalidad. O al menos algo parecido. Durante el pasado curso los protocolos anti Covid se respetaron de manera ejemplar. Eso junto a la responsabilidad de los docentes y alumnos hizo que la incidencia de contagio en las aulas fuera muy baja. Este próximo curso escolar las medidas restrictivas van a ser algo más flexibles. El objetivo de la conselleria es que sea un curso totalmente presencial. La distancia de seguridad va a reducirse a los 1,2 metros, aumentando así las ratios. Respecto a la mascarilla, en principio seguirá siendo obligatoria aunque se plantea la posibilidad de que no lo sea en los exteriores. Es por todo ello que la vacunación es especialmente recomendable.
Ante las dudas sobre la idoneidad de inyectar la vacuna a los menores, las autoridades sanitarias recuerdan que los beneficios son muy superiores a los riesgos, que son mínimos. Hay 48.588 niños en Baleares que tienen entre 12 y 16 años. Un tanto por ciento de la población nada menospreciable. La vacuna es segura y así lo demuestran las cifras. En juego está que el curso que viene pueda transcurrir con normalidad y que los más jóvenes puedan completar su formación en todos los sentidos, tanto en conocimientos como en habilidades sociales. El mensaje de las autoridades es claro: vacunen a sus hijos.