El éxito de las empresas está condicionado a la capacidad que tienen sus empleados para realizar de forma satisfactoria su trabajo. De ahí que sea tan valioso tener trabajadores con experiencia y bien formados. Cuanto más cualificado es el personal mayor es la productividad y mejor es el resultado en cuanto a calidad. Pero no siempre resulta sencillo reunir estas condiciones. Para lograrlas, o al menos mejorar en ese sentido, existe la formación bonificada por el Estado. Las empresas y sus empleados disponen de un crédito anual que únicamente pueden destinar a cursos formativos. En caso de no hacer uso de ese dinero, se pierde.
Cada mes la empresa paga el 0,6% de la base de cotización y va destinado a la formación bonificada. Durante el año, la Seguridad Social va acumulando ese dinero y genera una especie de hucha. Con el dinero acumulado y mediante la coordinación de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), la empresa podrá elegir la formación que van a llevar a cabo sus trabajadores.
La formación no supone una inversión añadida ya que se ha pagado de forma prorrateada en las cuotas a la Seguridad Social. No obstante, una vez elegido el curso, la empresa sí que debe pagarlo de forma avanzada y finalizada la formación se le devolverá ese dinero a través de descuentos en los pagos a la Seguridad Social.
Independientemente de lo que haya aportado la empresa durante el año en concepto de formación, el crédito disponible para gastar en cursos depende del tamaño de la empresa.
La respuesta es sí. Pero no te preocupes. En Academia Manacor y Academia Porto Cristo las hacemos por ti. Además, te ofrecemos un amplio catálogo de cursos para que puedas elegir los que más te convengan. Incluso podemos diseñar uno cien por cien adaptado a tus necesidades.
Porque mejora la eficiencia, productividad y calidad del servicio o producto gracias a la mejora de la cualificación del trabajador. Es muy sencillo: si tus trabajadores mejoran su formación, su trabajo mejorará en consecuencia.
Cada mes la empresa paga el 0,6% de la base de cotización y va destinado a la formación bonificada. Durante el año, la Seguridad Social va acumulando ese dinero y genera una especie de hucha. El empleado puede proponer la formación que desea realizar y, una vez decidido el curso, la empresa debe adelantar el pago. Cuando se comunica la finalización de la formación a la FUNDAE, se le descuenta el importe adelantado en las siguientes cotizaciones.
La formación no supone una inversión añadida ya que se ha pagado de forma prorrateada en las cuotas a la Seguridad Social. No obstante, una vez elegido el curso, la empresa sí que debe pagarlo de forma avanzada y finalizada la formación se le devolverá ese dinero a través de descuentos en los pagos a la Seguridad Social.
El importe real del que se podrá beneficiar la empresa para formar a sus trabajadores depende del número de empleados y, evidentemente, de lo que haya aportado durante el año. En el caso de empresas de hasta 5 trabajadores, dispondrán de una cantidad mínima de 420 euros. Para corporaciones con más de 240 empleados, podrán utilizar el 50% de lo aportado.
Al tener una mejor formación, podrás promocionar con mayor facilidad y, consecuentemente, incrementar tu salario. También gracias a la formación, te volverás más valioso para tu empresa por delante de otros trabajadores.
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